Cuaderno de viaje: Valle de Pineta

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Parador de turismo de Bielsa

El valle de Pineta es uno de los lugares más atractivos del macizo pirenaico, lindando en su cabecera con el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido. Se trata de un típico valle glaciar con un recorrido de casi 20 km que arrancan en la localidad medieval de Bielsa, siendo su anchura de no más de 500 metros.

La carretera circula por el fondo del valle, entre bosques de árboles caducifolios que dejan paso a los abetos y pinos a medida que va aumentando su altura. A ambos lados de la carretera, levantándose como paredes de un enorme cañón, las crestas montañosas se levantan como murallas. Sobrepasan ampliamente los 2.000 m, por lo que se produce una sensación sobrecogedora al pasar junto a paredes y cortados de más de mil metros.

El recorrido del valle en realidad lo marca el río Cinca, que baja con mucha fuerza, ya que su nacimiento está muy pocos kilómetros más arriba, en el lago de Pineta. Tras dejar atrás Bielsa, aparece Javierre, un pueblo en el que apenas hay 40 personas, con una iglesia parroquial de estilo románico del siglo XII. A continuación, a pocos kilómetros, aparece Espierba, con unas setenta casas que parecen no estar ocupadas más que en periodos de vacaciones. Apenas hay nada más, salvo bosque, hasta llegar a la ermita de la Virgen de Pineta y el edificio del Parador de Turismo al final de la parte más llana del valle. A partir de ahí todo se haya en pendiente.

Aguas arriba, la cabecera del valle está formada por el circo glaciar de Marboré, donde se aloja el ibón de Pineta (o de Marboré) y 700 m más arriba está el circo/balcón de Pineta, con la que constituye una de las imágenes más espectaculares del Pirineo.

Hay un sendero que arranca en el camping que se encuentra justo donde termina la carretera de acceso. Es sencillo de transitar y permite ir descubriendo decenas de cascada en medio de una sucesión de bosques. Ese sendero te lleva sin apenas dificultad hasta los llanos de Lalarri, donde suelen encontrarse decenas de caballos en libertad.

Es un valle que no debe dejar de visitar cualquier aficionado al monte, al senderismo o a la naturaleza. Eso sí, mi especial recomendación es visitarlo fuera de temporada, porque el hacinamiento de visitantes de todos gusto y condición (con coches, neveras y radiocasettes) merman mucho la belleza del lugar.

Icon comer

No me voy a andar con rodeos, pues mi disfrute gastronómico en este lugar se limita a un lugar que me habían recomendado previamente: el asador Comoheya, en Bielsa. Mi experiencia se centró en un chuletón que harían falta dos vidas para disfrutarlo adecuadamente. Muy recomendable y a buen precio.

Icon dormir

Aquí no lo dudé. Me fui directamente al Parador de Turismo (ver aquí), ubicado en un edificio de piedra y madera al final del valle. Aparte de ser un establecimiento sobresaliente, es el único alojamiento en la cabecera del valle y me permitía salir directamente al bosque para disfrutar de la naturaleza desde el primer paso. Conseguí una de esas ofertas que sacan de vez en cuando Paradores, con la habitación doble a 66€. Espectacular.

Icon brújula compass

El punto clave para llegar al valle de Pineta es el pueblo de Bielsa, a la entrada del valle y de la única carretera de acceso. La carrera que te lleva hasta allí es la A-138 en dirección a Francia.


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